Resolver problemas es una de las más
importantes estrategias porque, además de compartir las ventajas didácticas que
conlleva cuando es utilizada en las otras asignaturas, en Tecnología representa
una de las competencias que es indispensable desarrollar.
Todos los días enfrentamos problemas y los
resolvemos, dependiendo de su naturaleza, utilizando conocimientos, habilidades
y experiencias. En esta asignatura se pretende que los alumnos desarrollen los
correspondientes aprendizajes para resolver problemas técnicos de manera
sistemática y organizada.
Es necesario aclarar que mientras más
conocimiento y mayor experiencia se tengan sobre el contexto en que se presenta
el problema será más fácil resolverlo, por ello siempre ayudará el trabajo
colaborativo, especialmente hoy día, cuando existe tal cantidad de información
que es imposible que una sola persona pueda manejarla. Además, entre más
complejos se hacen los campos del desarrollo tecnológico es ineludible la
intervención de más especialistas. Por ejemplo, en el diseño de partes
cibernéticas, en el cual participan médicos, fisiólogos, ingenieros (de varias
especialidades), dibujantes, entre otros.
Aunque en la educación básica no se
sugiere –ni es deseable– que los alumnos resuelvan problemas de tal
complejidad, sí es indispensable que colaboren en equipos y de forma grupal
para que aprendan a trabajar de esta manera, así también enriquecen y
contrasten sus conocimientos, habilidades, experiencias, valores, ideales y
necesidades.
El trabajo en equipo ayuda a superar los
prejuicios que, en muchas ocasiones, las personas se imponen ante un problema
determinado. Por ejemplo, las concepciones tradicionales que advierten sobre las
formas únicas de resolver problemas. Estas limitaciones se podrán ir
resolviendo al desarrollar la capacidad de pensamiento lateral o divergente, el
cual permite visualizar otras posibilidades. Es decir, la recomendación es no
eliminar a priori ninguna idea aportada, aunque parezca ridícula, descabellada
o imposible de realizar.
Si bien quienes resuelven un problema
utilizan distintas estrategias, dependiendo de la experiencia y el conocimiento
del contexto en que se presenta, es posible hablar de que en general se siguen
ciertas fases, aunque no necesariamente de manera lineal y rígida. Es decir, un
novato sigue siempre mecanismos diferentes que los utilizados por un experto.
Entre las características de los problemas
que se pueden plantear para el trabajo en el aula están:
· Representan un reto intelectual para los
alumnos.
· Son alcanzables, en las condiciones y los
contextos donde se definen.
· Recuperan la experiencia y los conocimientos
acerca de situaciones similares de quien los pretende resolver.
· Valoran las diversas alternativas de solución
por descabelladas que parezcan.
Es conveniente considerar la flexibilidad
de este método y sus distintas fases, porque en cualquiera de ellas siempre
será posible encontrar dificultades que no se habían visualizado. Cuando esto
sucede, lo recomendable es regresar a la fase anterior o inclusive a la fase
inicial.
Para que una situación se perciba como un
problema debe implicar una dificultad que desafíe las habilidades del
pensamiento. De no ser así, se percibirá simplemente como un ejercicio más o
menos rutinario. Una característica fundamental de los problemas que se
enfrentan en el ámbito de la tecnología es que son débilmente estructurados o
poco definidos, porque se desconoce de antemano la forma de solucionarlos. Es
necesario considerar que este tipo de problemas tienen más de una solución
cuando se promueve el desarrollo del método y se evalúa el proceso de
resolución.
Además, es preciso reconocer que es
posible crear varias soluciones consideradas óptimas. Esto dependerá de las
circunstancias, los criterios e incluso de los aspectos culturales de un grupo;
los cuales no necesariamente son adecuados en otros contextos.
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