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martes, 5 de marzo de 2013

RESOLUCIÓN DE PRBLEMAS



Resolver problemas es una de las más importantes estrategias porque, además de compartir las ventajas didácticas que conlleva cuando es utilizada en las otras asignaturas, en Tecnología representa una de las competencias que es indispensable desarrollar.

Todos los días enfrentamos problemas y los resolvemos, dependiendo de su naturaleza, utilizando conocimientos, habilidades y experiencias. En esta asignatura se pretende que los alumnos desarrollen los correspondientes aprendizajes para resolver problemas técnicos de manera sistemática y organizada.

Es necesario aclarar que mientras más conocimiento y mayor experiencia se tengan sobre el contexto en que se presenta el problema será más fácil resolverlo, por ello siempre ayudará el trabajo colaborativo, especialmente hoy día, cuando existe tal cantidad de información que es imposible que una sola persona pueda manejarla. Además, entre más complejos se hacen los campos del desarrollo tecnológico es ineludible la intervención de más especialistas. Por ejemplo, en el diseño de partes cibernéticas, en el cual participan médicos, fisiólogos, ingenieros (de varias especialidades), dibujantes, entre otros.

Aunque en la educación básica no se sugiere –ni es deseable– que los alumnos resuelvan problemas de tal complejidad, sí es indispensable que colaboren en equipos y de forma grupal para que aprendan a trabajar de esta manera, así también enriquecen y contrasten sus conocimientos, habilidades, experiencias, valores, ideales y necesidades.

El trabajo en equipo ayuda a superar los prejuicios que, en muchas ocasiones, las personas se imponen ante un problema determinado. Por ejemplo, las concepciones tradicionales que advierten sobre las formas únicas de resolver problemas. Estas limitaciones se podrán ir resolviendo al desarrollar la capacidad de pensamiento lateral o divergente, el cual permite visualizar otras posibilidades. Es decir, la recomendación es no eliminar a priori ninguna idea aportada, aunque parezca ridícula, descabellada o imposible de realizar.

Si bien quienes resuelven un problema utilizan distintas estrategias, dependiendo de la experiencia y el conocimiento del contexto en que se presenta, es posible hablar de que en general se siguen ciertas fases, aunque no necesariamente de manera lineal y rígida. Es decir, un novato sigue siempre mecanismos diferentes que los utilizados por un experto.
Entre las características de los problemas que se pueden plantear para el trabajo en el aula están:

·  Representan un reto intelectual para los alumnos.
·  Son alcanzables, en las condiciones y los contextos donde se definen.
·  Recuperan la experiencia y los conocimientos acerca de situaciones similares de quien los pretende resolver.
·  Valoran las diversas alternativas de solución por descabelladas que parezcan.

Es conveniente considerar la flexibilidad de este método y sus distintas fases, porque en cualquiera de ellas siempre será posible encontrar dificultades que no se habían visualizado. Cuando esto sucede, lo recomendable es regresar a la fase anterior o inclusive a la fase inicial.
Para que una situación se perciba como un problema debe implicar una dificultad que desafíe las habilidades del pensamiento. De no ser así, se percibirá simplemente como un ejercicio más o menos rutinario. Una característica fundamental de los problemas que se enfrentan en el ámbito de la tecnología es que son débilmente estructurados o poco definidos, porque se desconoce de antemano la forma de solucionarlos. Es necesario considerar que este tipo de problemas tienen más de una solución cuando se promueve el desarrollo del método y se evalúa el proceso de resolución.

Además, es preciso reconocer que es posible crear varias soluciones consideradas óptimas. Esto dependerá de las circunstancias, los criterios e incluso de los aspectos culturales de un grupo; los cuales no necesariamente son adecuados en otros contextos.



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