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martes, 5 de marzo de 2013

LA TECNOLOGÍA, ¿Aliada o enemiga de los niños??



Tecnología, ¿aliada o enemiga de los niños?

Foto: Alec Couros/Flickr
“Los niños de ahora no son como los de antes”, “Ya vienen con 'el chip' integrado” y “Es que no lo entiendo” son algunas de las frases que algunos padres emplean debido a los problemas de conducta que llegan a enfrentar al educar a sus hijos.
“Los niños actualmente son niños hiperestimulados por los medios de comunicación, son ‘niños tecnológicos’ que crecen con la carencia constante de los papás por cuestiones laborales y con una exigencia muy alta de padres y maestros”, considera la doctora en Educación, Gaby Soulé Egea.
Los efectos se traducen en trastornos de conducta: los niños se muestran estresados y ansiosos, dice la especialista y autora del libro Papás especiales, para niños especiales.
A simple vista los niños pueden impresionar a los adultos debido a la facilidad con que utilizan gadgets y navegan por internet, aunque esa “sensación” desaparece cuando se observa que a cambio han perdido otras habilidades propias de su edad.

CELULAR CONTRA BICICLETA
Un estudio de la firma AVG Technologies del 2011 revela que niños de 2 a 5 años tienen más conocimiento de la tecnología y del uso de internet que de actividades como andar en bicicleta, nadar o atarse las agujetas de los zapatos.
La encuesta, realizada a 2,200 madres de Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa, señala que 19% de los niños podía utilizar una aplicación de smartphone, pero sólo 9% era capaz de atarse los zapatos, 25% sabía abrir una ventana de navegador contra 20% que nadaba sin ayuda.
Y es que la web ha sustituido a la televisión en la generación que nació en un mundo virtual, donde los niños de seis a 11 años navegan en promedio dos horas por día, de tres a cuatro días por semana, apunta un estudio realizado en América Latina por el canal de televisión Cartoon Network.
Las cifras refieren que 88% de los niños forman parte de alguna red social, a pesar de que la edad para hacerlo generalmente es a partir de los 13 años.
LOS EFECTOS
La exposición a la tecnología no es el único factor que puede afectar el crecimiento de un niño, también influye el ritmo de vida al que están expuestos, pues duermen poco y cumplen con una serie de tareas nuevas, como horarios de clase más amplios y actividades extracurriculares, apunta la doctora Soulé.
Los pequeños pueden presentar problemas de conducta en la escuela o casa y que pueden estar mal diagnosticados con un posible trastorno de déficit de atención, hiperactividad o problemas de aprendizaje cuando en realidad es la falta de contacto humano.
“Es muy importante que los papás tengan una presencia real con sus hijos, que jueguen con ellos y dejen de lado la saturación de la ‘mano electrónica’, donde los papás están con la Blackberry y los niños con su celular y/o videojuego”, afirma la especialista.
CÓMO AYUDARLOS
El punto de partida es observar la conducta de los niños para detectar posibles cambios de conducta, pues en ocasiones por la edad, no tienen la capacidad de expresarse adecuadamente.
Es esencial mantener una comunicación de al menos 15 minutos al día con los niños; “es de suma importancia la cantidad y calidad del tiempo”, señala la doctora.
Valorar cuáles cosas son viables o inviables para cada edad, en el sentido de las actividades extracurriculares y las altas expectativas hacia ellos.
Respetar sus tiempos de juego, de imaginación y horas de sueño, así como balancear su alimentación

1 comentario:

  1. Es cierto que los papás prefieren tener al niño en una computadora, con un celular o un videojuego para que no les molesten en el momento que llegan a su casa a descansar después del trabajo, podría ser también porque quieren sobreprotegerlos y piensan que es la mejor manera tenerlo en la casa entretenido y callado, pero la despersonalización viene en el poco contacto que tienen con los demás niños de su edad, tenemos niños que se están volviendo esclavos de un celular, de una computadora o red social, donde aparentemente tienen mucha vida social digital, pero poco sentido de común al convivir con los demás en la escuela, en la casa o a donde vaya, tenemos niños solitarios que se extresan o se sienten solos y angustiados si se les aparta por un rato de su pequeño mundo cibernetico. La pregunta es, cómo hacerle frente a este problema actual y cada vez más fuerte, hasta donde permitir que los hijos tengan una vida falsa sustentada en las redes sociales, y no una vida humana compartiendo el espacio, el tiempo y la vida en común con sus amigos, compañeros, familia, etc.

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